Mentefacto sobre la comprensión lectora
Por Alba Milena Corredor.
COMPRENSIÓN LECTORA DEL TEXTO EXPOSITIVO EXPLICATIVO
viernes, 25 de octubre de 2013
VIDEO DE CAPERUCITA ROJA
Este vídeo es el insumo inicial para construir una secuencia didáctica que permita trabajar una secuencia didáctica en el aula de Básica Primaria. En el marco de mi investigación en la Maestría en Ciencias de la Educación.
SECUENCIA DIDÁCTICA PARA ENSEÑANZA DE TEXTOS
INSTITUCIÓN EDUCATIVA
TERESITA MONTES
SEDE LUIS CARLOS GALÁN SARMIENTO
ÁREA DE ESPAÑOL Y LITERATURA
SECUENCIA
DIDÁCTICA PARA ENSEÑANZA DE TEXTOS
II
ETAPA COGNITIVA.
TEMA: TIPOLOGÍA TEXTUALES
SUBTEMA: TIPOLOGÍA EXPOSITIVA-EXPLICATIVA (Cuento
Caperucita Roja)
SESIONES:
5
HORAS POR SESIÓN: 2
GRADO:
4
NUMERO DE ESTUDIANTES: 30
DINAMICA DE TRABAJO: GRUPOS DE 2 ESTUDIANTES
MODELO: APRENDIZAJE
EN PROFUNDIDAD (Tamayo, Oscar. 2012)
TEÓRICO: Teodoro
Álvarez ( Tipología Expositivo Explicativa)
Objetivo:
Construir y aplicar el concepto de texto expositivo
explicativo para reflexionar sobre sus
características y aplicabilidad de esta
tipología textual.
INTRODUCCIÓN
Esta
propuesta de secuencia didáctica tiene por objeto describir y enumerar los
pasos coherentes que debe tener en cuenta un maestro para orientar y desarrollar los conceptos y elementos inherentes al texto expositivo
explicativo narrativo. Se desarrolla en 3 fases:
PRIMERA
FASE
Planeación
Esta
etapa está integrada por cuatro pasos,
así:
1
Reflexionar sobre los tipos de materiales con
los cuales los niños pueden exponer y explicar lo entendió en la etapa de texto
narrativo a la luz del cuento de caperucita roja ( presentación de Power Point,
carteles, fotos, dibujo, )
2
Se escogerá la opción
de dibujo en hojas de reciclaje dado el contexto de los estudiantes y luego la
opción de Power Point
3. Organización de los instrumentos
necesarios para entregar a los estudiantes (Cuento impreso y taller pretest y
postest).
4- Escribir la guía de contenidos
adaptados de los conceptos a desarrollar en el Aula con base en los postulados
de Teodoro Álvarez.
SEGUNDA
FASE
Intervención
didáctica en el aula
Para
desarrollar el objetivo propuesto se
trabajará en el aula con el
siguiente procedimiento:
1. Se
divide el grupo general en subgrupos de
2 estudiantes
2. Conducta
de entrada: se indaga sobre ¿Qué entendieron del cuento?, ¿Cómo explicarías el cuento?, ¿Qué tipo de materiales puedes
utilizar para explicarlo?
3. Se
entrega el pretest por grupos, compuesto por cinco preguntas que indagan los
conocimientos previos que tienen los
estudiantes sobre la historia tradicional de caperucita roja. Ellos se
dirigirán a sus compañeros y explicaran sus respuestas
4. Se
indaga sobre como entienden los estudiantes, texto expositivo explicativo, y
sus elementos.
5. Mediante
una mesa redonda, los niños participan para resolver los interrogantes
planteados por la maestra.
6. La
maestra presenta la explicación de los conceptos mencionados, a la luz de la
teoría de Teodoro Álvarez con su debida
transposición didáctica. (utilizando la guía de adaptación del saber sabio al
saber aplicado) a través de un mapa mental
7. Los
niños dibujaran en una hoja de papel los aspectos que deseen referentes al
cuento de Caperucita Roja.
8. Exponen
sus dibujos en las paredes del salón.
9. Cada
estudiante explica a sus compañeros el contenido del mensaje que se encuentra
en su dibujo (texto expositivo-explicativo.
10. Se
les entrega el instrumento de postest, el cual, los estudiantes diligencian en
cada grupo.
TERCERA
FASE
Evaluación
y edición de resultados
El maestro revisa los avances de los
estudiantes y los aportes generados por los diferentes instrumentos. Este
insumo le permite tener elementos para corregir el proceso y continuar con el
trabajo en el aula relacionado con la III ETAPA del desarrollo cognitivo,
relacionado con el texto expositivo.
FIN
DEL PROCESO.
Caperucita Roja. Versión del lobo enamorado.
La
adaptación del cuento de Caperucita Roja que os presento a
continuación se ha extraído del libro Caperucita roja y otras historias perversas
del escritor colombiano Triunfo Arciniegas. Es un relato
romántico de un lobo enamorado de una niña perversa… con caperuza roja… No os
podéis perder esta otra visión (amorosa) del lobo (feroz).
Caperucita Roja de Triunfo
Arciniegas.
“Ese
día encontré en el bosque la flor más linda de mi vida. Yo, que siempre he sido
de buenos sentimientos y terrible admirador de la belleza, no me creí digno de
ella y busqué a alguien para ofrecérsela. Fui por aquí, fui por allá, hasta que
tropecé con la niña que le decían Caperucita Roja. La conocía pero nunca había
tenido la ocasión de acercarme. La había visto pasar hacia la escuela con sus
compañeros desde finales de abril. Tan locos, tan traviesos, siempre en una
nube de polvo, nunca se detuvieron a conversar conmigo, ni siquiera me hicieron
un adiós con la mano. Qué niña más graciosa. Se dejaba caer las medias a los
tobillos y una mariposa ataba su cola de caballo. Me quedaba oyendo su risa
entre los árboles. Le escribí una carta y la encontré sin abrir días después, cubierta
de polvo, en el mismo árbol y atravesada por el mismo alfiler. Una vez vi que
le tiraba la cola a un perro para divertirse. En otra ocasión apedreaba los
murciélagos del campanario. La última vez llevaba de la oreja un conejo gris
que nadie volvió a ver.
Detuve la bicicleta y desmonté. La
saludé con respeto y alegría. Ella hizo con el chicle un globo tan grande como
el mundo, lo estalló con la uña y se lo comió todo. Me rasqué detrás de la
oreja, pateé una piedrecita, respiré profundo, siempre con la flor escondida.
Caperucita me miró de arriba abajo y respondió a mi saludo sin dejar de
masticar.
– ¿Qué se te ofrece? ¿Eres el lobo feroz?
Me quedé mudo. Sí era el lobo pero no
feroz. Y sólo pretendía regalarle una flor recién cortada. Se la mostré de súbito,
como por arte de magia. No esperaba que me aplaudiera como a los magos que
sacan conejos del sombrero, pero tampoco ese gesto de fastidio. Titubeando, le
dije:
–Quiero regalarte una flor, niña linda.
–¿Esa flor? No veo por qué.
–Está llena de belleza –dije, lleno de emoción.
–No veo la belleza –dijo Caperucita–. Es
una flor como cualquier otra.
Sacó el chicle y lo estiró. Luego lo
volvió una pelotita y lo regresó a la boca. Se fue sin despedirse. Me sentí
herido, profundamente herido por su desprecio. Tanto, que se me soltaron las
lágrimas. Subí a la bicicleta y le di alcance.
–Mira mi reguero de lágrimas.
–¿Te caíste? –dijo–. Corre a un hospital.
–No me caí.
–Así parece porque no te veo las heridas.
–Las heridas están en mi corazón -dije.
–Eres un imbécil.
Escupió el chicle con la violencia de
una bala.
Volvió a alejarse sin despedirse.
Sentí que el polvo era mi pecho,
traspasado por la bala de chicle, y el río de la sangre se estiraba hasta
alcanzar una niña que ya no se veía por ninguna parte. No tuve valor para subir
a la bicicleta. Me quedé toda la tarde sentado en la pena. Sin darme cuenta,
uno tras otro, le arranqué los pétalos a la flor. Me arrimé al campanario
abandonado pero no encontré consuelo entre los murciélagos, que se alejaron al
anochecer. Atrapé una pulga en mi barriga, la destripé con rabia y esparcí al
viento los pedazos. Empujando la bicicleta, con el peso del desprecio en los
huesos y el corazón más desmigajado que una hoja seca pisoteada por cien
caballos, fui hasta el pueblo y me tomé unas cervezas. “Bonito disfraz”, me
dijeron unos borrachos, y quisieron probárselo. Esa noche había fuegos
artificiales. Todos estaban de fiesta. Vi a Caperucita con sus padres debajo
del samán del parque. Se comía un inmenso helado de chocolate y era
descaradamente feliz. Me alejé como alma que lleva el diablo.
Volví a ver a Caperucita unos días
después en el camino del bosque.
–¿Vas a la escuela? –le pregunté, y en seguida
me di cuenta de que nadie asiste a clases con sandalias plateadas, blusa
ombliguera y faldita de juguete.
–Estoy de vacaciones –dijo–. ¿O te parece que
éste es el uniforme?
El viento vino de lejos y se anidó en su
ombligo.
–¿Y qué llevas en el canasto?
–Un rico pastel para mi abuelita. ¿Quieres
probar?
Casi me desmayo de la emoción.
Caperucita me ofrecía su pastel. ¿Qué debía hacer? ¿Aceptar o decirle que
acababa de almorzar? Si aceptaba pasaría por ansioso y maleducado: era un
pastel para la abuela. Pero si rechazaba la invitación, heriría a Caperucita y
jamás volvería a dirigirme la palabra. Me parecía tan amable, tan bella. Dije
que sí.
–Corta un pedazo.
Me
prestó su navaja y con gran cuidado aparté una tajada. La comí con delicadeza,
con educación. Quería hacerle ver que tenía maneras refinadas, que no era un
lobo cualquiera. El pastel no estaba muy sabroso, pero no se lo dije para no
ofenderla. Tan pronto terminé sentí algo raro en el estómago, como una punzada
que subía y se transformaba en ardor en el corazón.
–Es un experimento –dijo Caperucita–. Lo
llevaba para probarlo con mi abuelita pero tú apareciste primero. Avísame si te
mueres.
Y me dejó tirado en el camino,
quejándome.
Así era ella, Caperucita Roja, tan bella
y tan perversa. Casi no le perdono su travesura. Demoré mucho para perdonarla:
tres días. Volví al camino del bosque y juro que se alegró de verme.
–La receta funciona –dijo–. Voy a venderla.
Y con toda generosidad me contó el
secreto: polvo de huesos de murciélago y picos de golondrina. Y algunas hierbas
cuyo nombre desconocía. Lo demás todo el mundo lo sabe: mantequilla, harina,
huevos y azúcar en las debidas proporciones. Dijo también que la acompañara a
casa de su abuelita porque necesitaba de mí un favor muy especial. Batí la cola
todo el camino. El corazón me sonaba como una locomotora. Ante la extrañeza de
Caperucita, expliqué que estaba en tratamiento para que me instalaran un
silenciador. Corrimos. El sudor inundó su ombligo, redondito y profundo, la
perfección del universo. Tan pronto llegamos a la casa y pulsó el timbre, me
dijo:
–Cómete a la abuela.
Abrí tamaños ojos.
–Vamos, hazlo ahora que tienes la oportunidad.
No podía creerlo. Le pregunté por qué.
–Es una abuela rica –explicó–. Yengo afán de
heredar.
No tuve otra salida. Todo el mundo sabe
eso. Pero quiero que se sepa que lo hice por amor. Caperucita dijo que fue por
hambre. La policía se lo creyó y anda detrás de mí para abrirme la barriga,
sacarme a la abuela, llenarme de piedras y arrojarme al río, y que nunca se
vuelva a saber de mí.
Quiero aclarar otros asuntos ahora que
tengo su atención, señores.
Caperucita dijo que me pusiera las ropas
de su abuela y lo hice sin pensar. No veía muy bien con esos anteojos. La niña
me llevó de la mano al bosque para jugar y allí se me escapó y empezó a pedir
auxilio. Por eso me vieron vestido de abuela. No quería comerme a Caperucita,
como ella gritaba. Tampoco me gusta vestirme de mujer, mis debilidades no
llegan hasta allá. Siempre estoy vestido de lobo.
Es su palabra contra la mía. ¿Y quién no
le cree a Caperucita? Sólo soy el lobo de la historia.
Aparte de la policía, señores, nadie
quiere saber de mí.
Ni siquiera Caperucita Roja. Ahora más
que nunca soy el lobo del bosque, solitario y perdido, envenenado por la flor
del desprecio. Nunca le conté a Caperucita la indigestión de una semana que me
produjo su abuela. Nunca tendré otra oportunidad. Ahora es una niña muy rica,
siempre va en moto o en auto, y es difícil alcanzarla en mi destartalada
bicicleta. Es difícil, inútil y peligroso. El otro día dijo que si la seguía
molestando haría conmigo un abrigo de piel de lobo y me enseñó el resplandor de
la navaja. Me da miedo. La creo muy capaz de cumplir su promesa.”
SECUENCIA DIDÁCTICA PARA TRABAJAR TEXTO NARRATIVO
INSTITUCION EDUCATIVA TERESITA MONTES
SEDE LUIS CARLOS
GALÁN SARMIENTO
AREA DE ESPAÑOL Y LITERATURA
SECUENCIA DIDÁCTICA PARA ENSEÑANZA DE TEXTOS
TEMA: TIPOLOGÍA TEXTUALES
SUBTEMA: TIPOLOGÍA NARRATIVA
SECCIONES : 5
HORAS POR SESIÓN: 2
GRADO 4
NUMERO DE ESTUDIANTES : 30
DINAMICA DE TRABAJO: GRUPOS DE 5 ESTUDIANTES
MODELO: APRENDIZAJE EN PROFUNDIDAD (Tamayo, Oscar. 2012)
Pocos conceptos pero bien entendidos.
TEÓRICO: Miriam
Alvarez ( Tipología Narrativa)
Objetivo: Construir y aplicar el concepto de texto narrativo
para reflexionar sobre sus
característica s y aplicabilidad de esta tipología textual.
INTRODUCCIÓN
Esta propuesta de secuencia didáctica tiene por objeto
describir y enumerar los pasos coherentes que debe tener en cuenta un maestro
para orientar y desarrollar los
conceptos y elementos inherentes al
texto narrativo. Se desarrolla en 3 fases:
PRIMERA FASE
PLANEACIÓN
Esta etapa está integrada por cinco pasos, así:
1.
Reflexionar sobre la obra pertinente para
trabajar en el aula
2.
Luego de escoger la obra de Caperucita Roja,
escojo la adaptación del autor que considero adecuado por los siguientes
motivos:
-Lenguaje cortes y agradable.
-Historia adaptada de manera
creativa.
-Que genere suspenso e interés en
los estudiantes.
-Cambio de roles de los
personajes protagónicos para apreciar otras miradas en la Historia.
3. Organización de los
instrumentos necesarios para entregar a los estudiantes ( Cuento impreso y
taller pretext y postext-
4- Escribir la guía de contenidos
adaptados de los conceptos a desarrollar en el Aula con base en los postulados
de Miriam Álvarez
SEGUNDA FASE
INTERVENCIÓN DIDÁCTICA EN EL AULA
Para desarrollar el objetivo propuesto se trabajará en el aula con el siguiente procedimiento:
1.
Se divide el grupo general en subgrupos de 5 estudiantes
2.
Conducta de entrada: se indaga sobre ¿Te gustan
los cuentos?, ¿Qué tipo de cuentos?, ¿cuento cortos o largos? ¿Cuáles conoces? ¿De qué se trata el cuento?
3.
Se entrega el pretext por grupos, compuesto por
cinco preguntas que indagan los conocimientos previos que tienen los estudiantes sobre la historia tradicional de
caperucita roja. Ellos discuten, reflexionan y proceden a diligenciar el
formato de pretext
4.
Se indaga sobre como entienden los
estudiantes, los concepto de adaptación,
texto, texto narrativo, elementos del
texto narrativo.
5.
La maestra presenta la explicación de los
conceptos mencionados, a la luz de la teoría de Miriam Alvarez con su debida
transposición didáctica. (utilizando la guía de adaptación del saber sabio al
saber aplicado) a través de un mapa conceptual
6.
Se explica los antecendentes del cuento que se
va a desarrollar mediante imágenes de los autores anteriores a la adaptación
escogida.
7.
Se presenta la adaptación del cuento de
caperucita roja, realizada por Triunfo Arciniegas.
8.
A cada grupo se entrega una copia impresa del
cuento “caperucita roja”-
9.
La maestra va leyendo el cuento con la
participación de cada uno de los integrantes de los subgrupos, variando de
lector, para dar oportunidad a todos los estudiantes de leer y escuchar como lo
hace cada compañero.
10.
Los estudiantes en grupos reflexionan y
encuentran los elementos y conceptos trabajados en el Item número 5.
11.
Se les entrega el instrumento de pretext, el
cual, los estudiantes diligencian en cada grupo.
TERCERA FASE
EVALUACIÓN Y EDICIÓN DE
RESULTADOS
Mediante un mesa redonda, los niños participan para los interrogantes planteados por la maestra,
como antesala para presentarles el cuento que se ha escogido y también el
acervo epistemológico sobre el tema de cuento narrativo.
martes, 22 de octubre de 2013
EL ESTUDIO
Para algunos estudiantes, el estudio consiste en estar matriculado en un colegio y asistir a unas clases. Pero estudiar es algo más, es aprender una serie de conocimientos ejercitando la inteligencia, la memoria, la voluntad, la capacidad de análisis, de síntesis, de relacionar, etc. En el diccionario encontramos que estudiar es "ejercitar el entendimiento para alcanzar o comprender una cosa".
Para estudiar bien y alcanzar el éxito escolar son necesarias tres cosas: poder, querer y saber estudiar.
Poder estudiar es tener inteligencia y el resto de facultades humanas. Es indudable que la inteligencia se relaciona mucho con el éxito escolar. En igualdad de condiciones un alumno "inteligente" obtiene mejores notas que sus compañeros.
El querer estudiar es tener el deseo y la determinación de adquirir unos conocimientos. Hay estudiantes que con una inteligencia normal consiguen buenos resultados a base de esfuerzo personal y dedicar el tiempo necesario. Tan importante o más que la inteligencia es la motivación o el querer estudiar. Muchos alumnos fracasan no por falta de inteligencia sino por desinterés, por apatía, por dejar el trabajo para el último momento, es decir, por falta de motivación.
El saber estudiar es el tercer factor importante para alcanzar buenos rendimientos. Puede ocurrir que un alumno tenga la inteligencia suficiente y dedique bastante tiempo al estudio, pero los resultados son bajos e incluso fracasa. Probablemente se debe a que emplea unas malas técnicas de estudio. De ahí el desfase entre trabajo y rendimiento.
Además de estos factores importantes hay otros como el tener los conocimientos previos bien asimilados, dedicar el tiempo suficiente al estudio y utilizar los instrumentos adecuados, como libros de texto, diccionarios, atlas, etc.
Podemos hacer poco para mejorar la inteligencia, pero si podemos mejorar la motivación y sobre todo las técnicas de estudio. En este curso se estudiarán las técnicas generales que han sido contrastadas por la experiencia o por los conocimientos teóricos y experimentales de la Pedagogía y la Psicología. En concreto se tratarán estos temas: la lectura, el subrayado, el cuadro sinóptico, el esquema, la forma de tomar apuntes, la preparación de exámenes, la elaboración de trabajos y otras técnicas como confección de murales, teatro leído y debates.
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